Desde
que comienza la película vemos el optimismo de
Mandela, así como la situación de enfrentamiento que se vive en el país. La
población negra rechaza al equipo nacional de rugby pues consideran que
representa a la población blanca, hasta el punto de que la sección de deportes
del partido en el gobierno decide cambiar el nombre y los colores de dicho
equipo.
Desde
el primer momento Mandela muestra un liderazgo
diferente, se centra en las cosas aparentemente pequeñas y se implica
personalmente. Tiene un objetivo
fundamental: unir a la población en un mismo interés. Vemos en todo momento un líder cercano, que conoce la situación de las familias de
quienes trabajan a su lado.
Convoca
y comunica directamente al personal de
su gabinete su decisión de que pueden quedarse y trabajar con él, con ello
impide los rumores, sus decisiones las explica
personalmente.
También
corre riesgos cuando entra en la
sala donde se ha decidió cambiar el nombre y los colores del equipo de rugby y
les pide que reconsideren su decisión. Explica su
postura, se implica.
El
hecho de que se involucre de forma tan personal
para que triunfe el equipo de rugby no lo entienden sus colaboradoras/es. Con
los problemas económicos y sociales que el país tiene que afrontar, no conciben
que dedique tanto tiempo al rugby. Pero él lo tiene claro: es necesario que el
país vibre con un objetivo común,
aunque este sea el deporte.
Para
lograrlo habla con el capitán del equipo de rugby,
le hace partícipe de su interés por el equipo, le motiva
y le transmite su decisión de apoyarles. Le persuade,
para que siga liderando al equipo, pero desde una nueva perspectiva: la
unificación del país. La implicación del capitán se demuestra cuando dice “ya no somos sólo un equipo de rugby”. Implicar al capitán del equipo es fundamental para lograr su
objetivo, es una persona clave y tiene
autoridad sobre sus compañeros. El
Presidente emplea su capacidad de liderazgo
para influir, para persuadir y motivar.
De
Mandela se pueden resaltar varias habilidades sociales:
empatía y asertividad, que le
permiten liderar. Es un líder cercano, emotivo,
emplea la inteligencia emocional, pero
no se deja arrastrar por ella, sus decisiones las basa en la
razón, en el objetivo que persigue. Vemos a lo largo de la
película que saca lo mejor de cada persona, fuerza a los guardaespaldas a
trabajar juntos, pero explicando sus razones, ejerce el
liderazgo, no se oculta detrás de órdenes indirectas.
Invictus es una obra que permite ver
la acción de un líder, su implicación
en las cosas pequeñas, en esas que aparentemente no tienen importancia para
lograr grandes objetivos. Podemos decir que Mandela ejerce un liderazgo emocional, es decir, tiene capacidad de comunicación, planifica, establece metas y objetivos,
conoce sus fortalezas y debilidades, es innovador, se informa, se apoya en
las/los demás. Es un líder resonante,
empatiza con los sentimientos de las personas, expresa sus emociones y logra
conectar con quienes le rodean. El optimismo y el entusiasmo
que demuestra contagia y propicia el cambio.
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